Comportamiento Embalse Lautaro (Altura)

03 05 2024
Altura Embalse (m)13,88

JVRC solicitó intervención del gobierno regional para mejorar el Embalse Lautaro

* En Seminario “Programa de Prospección Tecnológica Hídrica de Atacama” fue presentado el Proyecto Lautaro 2.0, la gran solución para el problema hídrico del Valle de Copiapó.

Agricultores, autoridades y ciudadanos de Copiapó se congregaron durante la tarde del jueves 14 para conocer los detalles de la misión hídrica a Australia que un equipo de la Junta de Vigilancia del Río Copiapó y sus Afluentes, JVRC, realizó a principios de junio.
El objetivo del “Programa de Prospección Tecnológica Hídrica de Atacama” – impulsado por CORFO y CORPROA- fue conocer en terreno las capacidades en gestión de sistemas, gobernanza y tecnologías para el tratamiento de recursos hídricos que han situado al Modelo Australiano como un ejemplo mundial en el manejo eficiente del agua.
En Chile aún no existe una política hídrica que solucione o enfrente el problema de la escasez. La gran conclusión de quienes conformaron la misión es que falta avanzar en aspectos jurídicos, administrativos y también culturales.
Sin embargo, en nuestro valle existe una gran convicción: la única forma de gestionar el recurso hídrico es solucionar los graves problemas de permeabilidad que presenta el Embalse Lautaro. Por ello, en el Hotel Antay, los representantes de la “Misión Australia” presentaron las alternativas para su mejoramiento.
En términos simples, se trata de un proyecto para un sector de la represa para contar con una capacidad real de 12 millones de m3. De esta forma, se asegura un manejo eficiente en la gestión de las aguas superficiales permitiendo además una recarga natural, mediante la escorrentía del Río Copiapó hacia los distintos sectores del acuífero. La idea es favorecer una coexistencia entre los sectores agrícola, minero, sanitario y medioambiental.
El estudio de prefactibilidad técnica que lleva a cabo Minera Lumina Copper Chile, Caserones, realizó una exploración geofísica mediante tomografía eléctrica que permitió conocer las primeras aproximaciones de la investigación, estableciendo las eventuales vías de infiltración o bolsones arcillosos. Con este panorama, se concluyó que hay dos alternativas.
Una de ellas es el denominado “Lautaro 2.0” , un reservorio formado por pretiles de baja altura que se ubica dentro de la actual cubeta del Embalse Lautaro con una capacidad de 12 millones m³ y completamente revestido con una membrana de HDPE de 1,5 mm. EL costo preliminar alcanza los 34 millones de dólares.
La segunda alternativa es el “Mejoramiento Base Lautaro” que consiste en impermeabilizar parte del actual Embalse Lautaro, hasta una cota donde se logre almacenar los 12 millones de m³. Esta alternativa significaría una inversión aproximada de 13 millones de dólares, sin embargo, los resultados que podrían alcanzarse presentan mayor incertidumbre de lograr una impermeabilización efectiva.
“En Copiapó, prácticamente, todo el mundo habla de la escasez hídrica, se forman comisiones, mesas del agua, se están haciendo algunos proyectos para construir plantas desaladoras. Pero la obra más barata y más lógica es mejorar el Embalse Lautaro. Es una obra que se construyó en la década del 30, que pierde entre el 50% y el 80% del agua que le entra. Se pierde, no es que se recarguen los pozos, no es que venga hacia las napas subterráneas, se va a una cuenca a la que hoy día se desconoce hacia dónde es. Por lo tanto, cuando la gente tiene una intención de mejorar el tema de la eficiencia hídrica, el punto principal es lograr mejorar la principal obra, supuestamente, de embalse de agua que no funciona, que no cumple”, precisó Timothy Taffe, Presidente del Directorio de la JVRC.
Hasta ahora, el proyecto ha sido impulsado sólo por el sector privado. Es por ello, que la JVRC decidió solicitar al Gobierno Regional que se haga parte en la búsqueda de soluciones a los graves problemas de permeabilidad del Lautaro.
Frente a este panorama, autoridades y regantes han acordado estudiar cuál será la mejor alternativa ya que no solo se debe establecer cuál será el proyecto implementado, sino también la fórmula que permitirá financiar el gran sueño de todo el Valle: contar con una forma de almacenamiento que permita tener las certezas necesarias para enfrentar las complicaciones hídricas a las que estamos tan habituados en nuestra región.

Solución Australiana
Durante 12 años, los australianos experimentaron la que es conocida como la “Sequía del Milenio”, una de las más duras y extensas de las que se tiene registro. Como el territorio habitado más seco en el mundo enfrentó su crisis con una política innovadora de gran escala, que implicó una alta inversión en infraestructura y la reasignación del uso, en dos de sus cuencas más importantes; creando además un mercado del agua.
“Tras 7 días recorriendo el sureste de Australia, gracias a la compañía de CCIRO y ICEWARM, organismos del gobierno australiano, pudimos conocer la historia y el presente de ese país, específicamente de la cuenca de los ríos Murray- Darling, una cuenca que cruza por tres estados. Ver la enorme gestión que se realiza para que cada gota de agua sea usada de la forma más eficiente es increíble: la planificación, el trabajo y el respeto de todos para dar cumplimiento al Plan de Cuenca. Tras volver a nuestra realidad solo nos resta mirar con asombro cómo ellos al verse afectos en algún momento a graves problemas de sequía y descontrol en el uso de sus aguas (situación similar a nuestra cuenca) fueron capaces de readecuar la situación, sin vulnerar los derechos constitucionales y velando por mantener un equilibrio entre las variables económicas, medioambientales y sociales; con plena convicción de futuro y velando por los intereses nacionales -que van más allá de las intenciones de Gobierno y de los privados-. Sin duda, es todo un modelo a seguir”, señaló Cristian González, gerente general de la JVRC.
“Agua para el futuro” fue el plan que significó enfrentar la sequía con buenos resultados. Las medidas específicas se concretaron en una enmienda del 2008, que aprobó un presupuesto de 12.9 mil millones de dólares. Además, se estableció un manejo integrado de cuencas, es decir, las aguas subterráneas y superficiales se gestionan como un todo.
El Plan de Cuenca, ley desde 2012, estableció los límites ambientalmente sostenibles en las cantidades de agua que se pueden tomar a partir de los recursos hídricos disponibles. Velando además por la calidad ambiental del agua y salinidad, desarrollando un sistema de intercambio eficiente del agua cuyo objetivo es el equilibrio entre los factores ambientales, económicos y sociales.
A juicio de Alejandro Escudero Gallardo, Director de CORFO Atacama, la gran lección que deja gira a Australia es que “el agua es un tema que debe abordarse en un trabajo conjunto público, privado, ciudadano, académico, que tiene una dimensión económica, pero por supuesto tiene una dimensión social , una dimensión ambiental donde es necesaria la inversión, pero también la investigación, la ciencia y la tecnología, donde también es muy importante generar modelos de gobernanza, es decir, lo público-privado, donde también la gestión integrada es una máxima, es una definición fundamental y donde se insertan modelos de conducción y acumulación eficiente, desalinización y, por supuesto, la gestión del recurso hídrico en su amplia dimensión y no solo como un bien transable o un insumo, sino también como algo que permite la sustentabilidad de la actividad humana en un determinado territorio”.

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