-
A seis años de iniciado el juicio contra la Agrícola Hacienda Manflas, la Junta de
Vigilancia del Río Copiapó y sus Afluentes rompe el silencio para informar a la comunidad sobre la situación que aqueja a uno de los ríos tributarios más importantes del Valle de Cópiapó.
La Junta de Vigilancia del Río Copiapó y sus Afluentes (JVRC) desde el año 2007 mantiene un juicio por la regularización de derechos de aguas superficiales por 300 litros por segundo que actualmente se extraen de uno de los ríos tributarios del Río Copiapó, como lo es el Río Manflas. La JVRC ha actuado como opositora y fue demandada por la agrícola en el juicio de regularización de dichos derechos.
El conflicto se produce en el momento que la agrícola Hacienda Manflas inicia su etapa de regularización de aguas superficiales por 300 litros por segundo para el riego de sus 250 hectáreas de cultivos de uva de exportación, pero que según la JVRC, la agrícola tiene derechos de aguas que corresponden a solo 144 acciones sujetas a turno y establecidas en los Estatutos de la JVRC, que equivalen a 4.2 litros por segundo, lo que dista de los 300 litros por segundo que aluden poseer desde tiempos “inmemoriales”.
En su defensa, indican que ellos como agrícola tienen más de 40 años extrayendo esa cantidad y que poseen derechos inmemoriales por aquellos 300 litros por segundo, quienes fundamentan su petición en el artículo 2 transitorio del Código de Aguas, que señala que podrán regularizarse derechos de aprovechamiento por personas distintas a sus titulares, cuando dichos usuarios hayan cumplido 5 años de uso ininterrumpido contados desde la fecha que hubieran comenzado a hacerlo. Cabe destacar que Hacienda Manflas antes del año 1980 estaba dedicada principalmente a la crianza de ganado y alfalfa, datos que se ratifican en documentos emitidos por el CIREN-CORFO, respecto del catastro frutícola del año 1982.
La causa radicada en el primer Juzgado de Letras de Copiapó lleva aproximadamente seis años de diligencias y solo recién este pasado 24 de septiembre se realizó una de las últimas instancias de investigación en donde estuvieron presentes todas las partes involucradas. Esta última diligencia decretada por el tribunal realizada en las dependencias de la Hacienda Manflas, tuvo por finalidad aforar (medir su caudal) el río Manflas, caudales de canales, inspeccionar las hectáreas de cultivos, registrar fotográficamente y constatar fielmente que el Río Manflas se une con el Río Copiapó, que es uno de los ríos tributarios con la mejor calidad de agua superficial y que hoy es mermado, debido a la extracción desmedida del recurso hídrico por dicha agrícola.
La Junta de Vigilancia del Río Copiapó y sus Afluentes, como organización de usuarios reconocida legalmente, tiene por objetivo la distribución y administración equitativa del recurso hídrico mediante sistemas de prorrateos de aguas lo que permite hacer llegar su alícuota de agua a cada regante. La JVRC se financia a través de las denominadas cuotas sociales, compromiso que estos últimos años ha dejado de pagar la Agrícola Hacienda Manflas, manteniendo una deuda que supera los 19 millones de pesos aproximadamente por el no pago y mora de las cuotas sociales, demanda paralela vigente en contra de la Hacienda y radicada ante el mismo Tribunal, Primer Juzgado de Letras de Copiapó, por el cobro de las cuotas correspondientes al año 2007, 2008, 2009, 2010, 2011 y primer y segundo trimestre del año 2012, quedando aún pendientes los cobros correspondientes al tercer y cuarto trimestre del año 2012, año 2013 y 2014, periodos que la JVRC también cobrará judicialmente.
Agrícola Hacienda Manflas Limitada, posee una explotación de 250 hectáreas de parrones, las que siempre habían sido regadas con derechos de aguas superficiales y subterráneas, pues la DGA constituyó derechos de aguas subterráneos por 40 l/s el año 1987, 66.75 l/s el año 1995, 80 l/s el año 1986, derechos que fueron vendidos y ahora que posee una superficie plantada que requiere de riegos constantes y ante la imposibilidad de usar las aguas subterráneas que vendió, recurre a los tribunales solicitando que se le reconozca un derecho que jamás ha utilizado por 300 litros por segundo en forma permanente y continua.
Los Derechos de aguas superficiales históricamente han estado sometidos a turno desde el año 1875 y no puede ser que la agrícola pretenda regar sus cultivos de forma continua y permanente sin someterse a las directrices que establece la JVRC como a todos los demás. El Río Copiapó históricamente ha contado con las aguas de este Río Tributario, por lo que la solicitud de los 300 litros por segundo que pretende regularizar Hacienda Manflas, provoca un perjuicio a todos los regantes, usuarios del Río Copiapó, ya que todos se ven afectos a un menoscabo en sus dotaciones de agua y por ende en su actividad productiva , salvo el caso particular de Hacienda Manflas, quien escudándose en la regularización de los 300 litros por segundo ha utilizado las agua del Río Manflas para regar sus cultivos.
Desde que se inició el juicio el año 2008, a la JVRC no se le ha permitido el ingreso a la Hacienda Manflas (único camino para llegar al Río Manflas) para controlar caudales ni ejercer la policía y vigilancia de los derechos de aprovechamientos de las aguas superficiales tal como lo ordena el Código de Aguas y los Estatutos de la JVRC, o sea la ley.
Existe una sensación de impotencia y desamparo en la organización de usuarios, pues este tipo de acciones revela un aprovechamiento económico por parte de un particular quien cree estar por encima de la ley solo por el hecho de estar situado en la cabecera de una de las nacientes de los tributarios del Río Copiapó, no permitiendo ejercer los controles y regulaciones correspondientes del caudal. Irregularidades como estas deben ser conocidas por la opinión pública y por las autoridades regionales y nacionales, dado que lo anterior no viene más que agravar el crítico escenario hídrico que afecta a la región de Atacama y a poner de manifiesto las falencias del actual Código de Aguas.