Una declaración pública emitió el directorio de la Junta de Vigilancia del Río Copiapó y sus Afluentes (JVRC),-que preside Timothy Taffee.- donde se refieren a la situación actual del cauce, como así también las consideraciones que tiene dicha instancia en su manejo.
Señala que «después de casi 15 años de contemplar un lecho del Rio Copiapó seco y producto de las precipitaciones de los años 2015 y 2017, el cauce del río Copiapó pudo contar con un volumen considerable de agua proveniente de la zona cordillerana muy por sobre lo habitual (caudales asociados a probabilidades de ocurrencia de 5% y 10%).
La condición de superávit de agua, permitió a la Junta de Vigilancia del Río Copiapó entregar a sus asociados el agua conforme a su derechos, mantener a pesar de su mala condición de fondo un embalse Lautaro a un 90% de su máxima capacidad (hasta el mes de octubre del 2018), realizar obras de recargas artificiales multipropósito a lo largo del valle e incluso disponer voluntariamente de un caudal ambiental para la cuidad de Copiapó, demostrando de manera empírica la importancia mantener un caudal del río en beneficio de todos, gestionando de manera eficiente el recurso hídrico».
Agregan que «durante el 2018 las precipitaciones fueron casi nulas ( 2mm), lo cual significo una clara señal que de que el escenario de superávit hídrico había iniciado su retirada en el mes de septiembre del 2018 y en consecuencia, un proceso de equilibrio en los registros de los caudales de los afluentes, un ajuste en las entregas de aguas superficiales a los canales, y un descenso en el acopio de agua del Embalse Lautaro, el cual, a la fecha está a un 60% de su capacidad, lo cual implica que los caudales que estaban dispuestos para otros efectos se hayan reducido».
Fueron enfáticos en indicar que «como organización de usuarios de aguas, a cargo de la administración y distribución de los derechos de aprovechamiento de las aguas superficiales del cauce natural del río Copiapó y sus afluentes, debemos velar por tomar acciones orientadas a generar una mayor “seguridad” para quienes poseen derechos de aprovechamientos de aguas, puesto que de acuerdo al Código de Aguas “El derecho de aprovechamiento de aguas es de dominio de su titular, quien podrá usar, gozar y disponer en conformidad a la ley” Art. 6 inc. 2.».
Recalca el directorio que «la JVRC ha sido transparente y consciente en señalar a la autoridad y a la comunidad desde inicios del año 2015, que el aumento en los volúmenes de agua en el cauce de los ríos, era una condición eventual, que debía ser aprovechada al máximo a través de obras. Desde el año 2014, hemos tratado de avanzar en una solución real a través de la reparación de la cubeta del embalse Lautaro, de manera de hacerlo eficiente hasta los 12 MM de metros cúbicos y con ello contribuir con más del 50% de las aguas que allí se permean hacia el cauce natural; aguas que perfectamente pueden ser gestionadas de manera diversa a la acostumbrada, las que con la realización de obras complementarias generan seguridad de riego y espacios socio ambientales que van en beneficio de todos».
Finalmente la organización acota que «gracias a un esperado convenio entre el sector público y privado, A la fecha, esa alternativa real de cambio avanza en su etapa de ingeniería y diseño junto a la Corporación para la Competitividad e Innovación de la Región de Atacama CCIRA, la que esperamos contar resultados para el mes de diciembre 2019, y de esta forma poder buscar alguna fórmula de financiamiento que permita la implementación de este anhelado mejoramiento a la obra del Embalse Lautaro».