En un acto simbólico realizado en las dependencias de la Junta de Vigilancia del Río Copiapó y sus Afluentes (JVRC), se firmó el Protocolo de Gestión de Recursos Hídricos entre la JVRC, las Comunidades de Aguas Subterráneas (CAS 1-2-3, CAS 4 y CASUB) y la Asociación de Productores y Exportadores Agrícolas del Valle de Copiapó (APECO).
Este acuerdo histórico representa un paso decisivo hacia una gestión más eficiente, colaborativa y sostenible de los recursos hídricos en la cuenca del Copiapó. Las partes firmantes expresaron su respaldo y compromiso con el proyecto multipropósito de “Estudio del Mantenimiento y Reparación Parcial de la Zona Inundable del Embalse Lautaro”, el cual contempla la incorporación de geomembranas y geotextiles para optimizar su capacidad de almacenamiento y operación.
El proyecto permitirá la acumulación de entre 4,5 y 6,5 millones de metros cúbicos de agua, facilitando la regulación de entregas durante las temporadas de menor disponibilidad, la recarga natural y artificial de acuíferos, y el control de crecidas por aluviones o deshielos. Estos beneficios están orientados a fortalecer la seguridad hídrica de toda la cuenca.
Durante la ceremonia, se valoró especialmente la decisión de implementar un modelo de gestión consensuada entre los usuarios de aguas superficiales y subterráneas, con participación equitativa, mecanismos de resolución de conflictos, coordinación institucional y financiamiento para labores de limpieza del cauce.
Beneficios de la ejecución del proyecto:
-Acumulación de aguas y regulación de temporada: Asegura la disponibilidad hídrica en periodo de escasez mediante una regulación eficiente de las entregas.
-Recarga Artificial: favorece la infiltración de agua en la parte no impermeabilizada del embalse, reforzando la recarga de acuíferos subterráneos.
– Recarga Natural: Promueve el equilibrio hídrico de la cuenca a través de una escorrentía del río equilibrada , permanente y continua.
-Control de crecidas: Actúa como regulador frente aluviones y deshielo, mitigando riesgos asociados a fenómenos climáticos extremos.
Entre los beneficios adicionales del proyecto se reconocen:
– Fortalecimiento de la cooperación y coordinación entre los organizaciones de usuarios de aguas.
-Contribución a la sustentabilidad y conservación de los recursos hídricos, promoviendo la sostenibilidad en sus dimensiones humana, ambiental y productiva.
-Creación de condiciones óptimas para futuros proyectos de infraestructura hídrica .
-Mejora en la eficiencia y transparencia en la gestión del recurso , resguardando que los procesos se mantengan claros para todos los usuarios involucrados.
La firma del protocolo fue destacada por sus actores como una muestra concreta de unidad, diálogo técnico y visión compartida frente a los desafíos que impone el cambio climático y la creciente presión sobre los recursos hídricos.