La reciente publicación en portada efectuada por el medio santiaguino Publimetro, “10 cosas que no debes hacer en Chile” donde se menciona a Copiapó como un destino para no vivir ni visitar; no es más que la penosa imagen que proyecta esta noble tierra hacia el resto del país, reflejo de una mala calidad de vida, donde ya no tomamos agua potable de la llave, no contamos con espacios públicos de esparcimiento para que la familia pueda disfrutar de forma libre y tranquila, a consecuencia de haber secado las vertientes del río Copiapó, y con ello casi toda la biodiversidad del sector, producto de decisiones orientadas 100% a un desarrollo económico, en función de la actividad minera y agrícola.
La publicación más que molestarnos, debiera hacernos reflexionar y recapacitar sobre él porque siendo una ciudad histórica donde nace Chile, llamada San Francisco de la Selva de Copiapó, una tierra tan rica en su subsuelo, fértil en su superficie y con un clima privilegiado, nos posiciona según la encuesta realizada por la Consultora Periscopio, en un ranking donde la capital de Atacama tiene mala calidad de vida.
La razón es simple, Copiapó siempre ha sido considerado como un buen lugar para trabajar, no para vivir; que no solo exporta cobre y uva, sino que también los sueldos, los que finalmente generan desarrollo económico en localidades vecinas. Ese paradigma, ha permitido que las autoridades y el sector productivo, hayan descuidado el verdadero desarrollo sostenible del territorio, sin considerar un equilibrio.
El añoso Embalse Lautaro, es una clara muestra de lo planteado, única obra de regulación del recurso hídrico en la Provincia, construido en los años 30 por la entonces Dirección de Riego hoy Dirección de Obras Hidráulicas, el cual no cumple con su función básica de acumulación desde que se construyó, problema conocido por la autoridad, donde más del 50% del recurso hídrico no puede ser gestionado de manera eficiente, no permitiendo que el río Copiapó pueda cumplir con su función natural de ser el regulador de la vida del territorio. Resulta increíble la indiferencia de no tomar una decisión de fondo al respecto.
Proyecto Lautaro 2.0 y la calidad de vida de Copiapó
La JVRC, en el mes de noviembre, dio inicio a una campaña para dar a conocer el impacto del mejoramiento del embalse Lautaro 2.0 y la importancia que representa para cada uno de los habitantes de la zona.
Desde que se puso en marcha la campaña, y que lleva por título “Lautaro 2.0 un proyecto de vida para Atcama y su gente” cientos los hombres, mujeres y niños se han fotografiado junto a la imagen publicitaria del Lautaro 2.0, que a la fecha ya se han sumado más de 1.300 personas, en señal de apoyo al proyecto.
La iniciativa, tiene por finalidad de sensibilizar a la ciudadanía, sobre la importancia de gestionar de manera correcta las aguas del río Copiapó, considerando al vital elemento como un recurso esencial para la recuperación de espacios públicos, como por ejemplo el río Copiapó en el sector del pretil, en el sector de Kaukari, áreas que nos permiten mejorar el entorno de nuestra ciudad y desencadenar una serie de beneficios sociales y medioambientales en aras del desarrollo sostenible del territorio, potenciando de esa forma a la capital Regional de acuerdo a lo que ésta produce (US $ 4.500 MM año).
Es tiempo de tomar decisiones velando por el bien común de nuestro territorio, priorizando el agua como elemento transversal de desarrollo. Ante una necesidad real, el proyecto requiere financiamiento para terminar los estudios finales solicitados por la Dirección de Obras Hidráulicas, se necesita una verdadera responsabilidad social empresarial de las grandes compañías mineras; agrícolas, y la voluntad de nuestras autoridades, para hacer de este proyecto un proyecto Región. El mejoramiento del Lautaro 2.0 y el cambio en la gestión del recurso hídrico debe ser prioridad, por el futuro de Copiapó y sus habitantes.