Desde el año 2017, que la cordillera de Atacama no registraba eventos tan seguidos y de la magnitud de los acontecidos durante el presente invierno, recordemos que al frente del lunes 11 de julio, se debe sumar el acontecido el 21 de junio, el de ayer.
Ya son mas 37 mm acumulados de precipitaciones, quiera Dios que esta tendencia continué durante lo que queda de invierno.
Las precipitaciones, en la zona alta, la que se han materializado como agua en su estado sólido, contra todo pronóstico,(de un año seco) es una bendición en todo ámbito, y representa una verdadera alegría y esperanza, para toda la región, la nieve caída, nos permite avizorar un positivo escenario, para la temporada 2022/2023.
No Olvidemos, que el añoso embalse Lautaro, quedo completamente seco, en a mediados de enero del 2022, tras siete años, y que, gracias a las decisiones, adoptadas, como Junta de vigilancia, conscientes del complicado escenario hídrico, se ha planificado en dos ejes, el primero en tratar de acopiar un volumen mínimo de 4,5 para iniciar la temporada 2022/2023. el embalse hoy cuenta con 3 MM de m3, (un 15% de la máxima capacidad de almacenamiento), para ello ha existido un real compromiso de los regantes en adaptarse a un turno voluntario, que nos permite priorizar las entregas de aguas a la pequeña agricultura de la zona baja, quienes a la fecha no han tenido ningún problema y como segundo eje nos hemos enfocado en procurar hacer nuestros mayores esfuerzos en aumentar la eficiencia en la conducción del agua, dentro de los alcances financieros y respetando el marco legal que nos rige, es por ello por lo que estamos trabajando en varias acciones, con los permisos correspondientes, como el mejoramiento de un kilómetro del Canal Mal Paso, como obra anticipada de la ley 18.450 ley de riego del Ministerio de agricultura, y ejecutando a la limpieza y retiro del cauce del Rio Copiapó en varios tramos (15 KM), trabajos a los que se sumara la dirección de obra hidráulicas (DOH) con otros 6 km mas .
Sin embargo, la nieve caída, y con ello el paulatino aumento en los caudales de los rio nos permitirá llegar a la meta mínima en un menor tiempo del planificado, y con una mayor certeza de que en la época estival, los denominados deshielos serán estarán presentes, para la tranquilidad de los regantes.
Pero julio, no solo podría ser un mes de buena noticias en cuanto al registro de precipitaciones , sino de la concreción de dos proyectos muy anhelados que llevamos años trabajando,
el primero es que por fin la Junta de vigilancia dio por culminado el proyecto de ingeniería, más conocido como embalse Lautaro 2,0 el cual será entregado al secretario ejecutivo de la comisión nacional de riego, en su calidad de secretario del comité de ministros para prospectar posible financiamiento de esta obra, tan necesaria para la correcta y eficiente regulación de las aguas para el valle de Copiapó.
