Debido a la gran cantidad de agua proveniente de las quebradas, provocadas por los aluviones de marzo pasado, el sello del Río Copiapó se vio alterado. Este hecho ha provocado que, desde esa fecha, las aguas del Río Copiapó además transporten finos, generando un nuevo problema para los regantes, quienes están acostumbrados a recibir sus aguas limpias.
Para hacer frente a esta situación, la JVRC ha estado trabajado en la implementación de tres nuevos desarenadores: Niágara, Pabellón y Siete Compuertas. Lo que se suma a la limpieza de los desarenadores de Compuertas Negras y canal Mal Paso.
Sin embargo, las medidas implementadas no son suficientes para extraer todo el material. Y se prevé que la situación se mantenga, al menos, por un mes más.
Debido a que todo el fino no puede ser detenido, es de suma importancia que cada Comunidad de Agua que esté recibiendo también tome los resguardos necesarios para evitar daños en sus respectivos sistemas de riego.